Si dejas atras el caos de Bangkok, sus cutres burdeles, las masas de blancos visitando palacios absurdos y los mercados petados de falsificaciones de mala calidad, te encuentras con la Tailandia provinciana y rural, alejada de los saturados centros turisticos y las atracciones hechas por y para los visitantes extranjeros. A pocas horas en coche de Bangkok esta Kanchanaburi, una provincia de selva y bosques tropicales fronteriza con Birmania. Alli, un centro-museo algo propagandistico recuerda a los visitantes que en aquellas tierras, los invasores japoneses (ayudados por el gobiernod e Tailandia) pretendieron construir el denominado ferrocarril de la muerte, un macro-proyecto que pretendia unir Tailandia con la India britanica. Para ello, los imperialistas japoneses utilizaron a cientos de miles de prisioneros aliados y a mano de obra esclava de procedencia birmana, china o coreana, muriendo un procentaje elevadisimo de los mismos en dichos trabajos.

Mas alla de los trenes, el archiconocido y no menos cutre puente sobre el rio Kwai y la parafernalia turistica en torno a dicha construccion, Kanchanaburi alberga una selva y unas cascadas dignas de ser visitadas. La primera noche nos quedamos en un hotel flotante sobre el rio Kwai, sin electricidad, a la luz de unas lamparas de aceite y protegidos por unas enormes mosquiteras blancas. Como llegamos al anochecer, la pertinente ducha fue a oscuras, con las ranas y el ruido del rio como telon de fondo. Con unos niveles de humedad bastante altos, mi cuerpo termino pegado a las sabanas, con el unico alivio de un pay-pay (con pinta de haber sido fabricado en china) poco util.

Ahora mismo me encuentro en Ayutthaya, la capital anterior a Bangkok, arrasada por los vecinos birmanos hace dos siglos. Aun no siendo tan impresionante como Bagan, Ayutthaya alberga multitud de stupas, palacios y templos budistas de todas las formas y estilos. Y como el resto de recintos arqueologicos de este tipo, merce ser visitado. Ya me va quedando poco en este pais, el domino estoy de nuevo en casa, Un beso a todos.