Ya estoy en Tailandia, una galaxia, un universo distinto a Myanmar. Aqui las autopistas son eso, autopistas, y no cutres carreteras de un solo sentido y de arcenes de barro salpicado de baches. El universo tai, con sus turistas sexuales, viejos verdes en busca de putas o chaperos a los que follar por pocos bhats, es aborrecible, en muchos aspectos. Aun asi, Tailandia dista mucho de ser un pais basado en estereotipos faciles. La occidentalizacion de los tailandeses ha derivado en una suerte de sociedad cuasi-occidental donde lo cutre, lo "kitsch" y lo exagerado se unen dando como resultado un esperpento mayusculo: mujeres que se operan de sus ojos para parecer occidentales; chicos vestidos a la ultima con toda la gama de camisetas D&G, Levis y demas marcas de falsificacion china (o propia). Y a pesar de ello, Tailandia guarda una profunda y respetable tradicion budista que se expresa en templos de un gusto estetico envidiable; monjes vestidos con colores naranja de una fuerza increible; representaciones del Buda historico de una belleza que se acerca a la tibetana (jejeje). En fin, que esto, a pesar de los peros es digno de ser visto.
Maniana me dirijo hacia la frontera con Myanmar para hacer una visita de las poblaciones de padaung exiliados (de la tribu de las archiconocidas mujeres jirafa) de Birmania en Tailandia. Los dias se me agotan por estas tierras del sudeste asiatico, pero si el tiempo, el itinerario y los planes me lo permiten, les seguire contando que tal todo por aqui. Un beso enorme.